En este proyecto, la investigación se basa en la manera de percibir los colores de manera abstracta, esto incluye a través de recuerdos, figuras, olores e incluso sonidos. Esta parte de la investigación es más sinestésica, pues consiste en la percepción de uno o varios colores por parte de la persona. donde por la frecuencia de los espectros de luz y sonido musical se obtiene una expresión matemática simple que relaciona el tono sonoro con el color. Se puede tomar como ejemplo a Kandinsky, quién ha reflexionado profundamente sobre las característica que definen la música y la pintura de manera independiente. El pensamiento del artista juntaba los elementos del sonido, color y sentimiento, como lo muestra en su trabajo teórico "De lo espiritual en el arte".
La relación entre el sonido y el color es un tema muy complejo y un tema de discusión muy amplio, ya que se basa en las experimentaciones de cada individuo. En el caso de Kandinsky, su trabajo se basa en la relación de la percepción de los colores con la psicología, pues su obras tienen dos tipos de reacciones: física, donde la visualización de la belleza de los colores agrada y dura mientras existe un estímulo, y psicológica, donde existe conmoción emocional y desarrollo de sensibilidad.
"El color es un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El color es el teclado. El alma es el piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que por esta o aquella tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana". —De lo espiritual en el arte
The Yellow Sound (1974)
Esta una composición escénica de W.Kandinsky que involucra pantomima, un conjunto instrumental, un solo de soprano y un coro mixto (1983). La composición escénica de W.Kandinsky fue publicada en el famoso almanaque “The Blue Rider” (1912). Según Kandinsky, es un obra sintética que combina color, movimiento, habla y música (pantomima, proyectores de colores, orquesta y cantantes). El libreto de Kandinsky carece de trama y manifiesta el arte abstracto de quien fue teórico y antepasado. El género de la “composición escénica” fue justificado teóricamente por Kandinsky en su libro “De lo espiritual al arte”. Esta obra plantea con frecuencia la idea de síntesis artística y la palabra se define como “el sonido interior”. El concepto de amarillo es también el foco del desarrollo teórico del libro, pues hace el primer gran contraste con el azul: el amarillo es cálido, orientado hacia el espectador, moviéndose hacia afuera, mientras que el azul es frío, orientado desde el espectador, hacia adentro. Siguiendo el libreto de Kandinsky, escribió una composición de doble propósito: podría ser puesta en escena o tocada en un concierto con reproducciones de las pinturas de Kandinsky.
